Descripción
Se trata de un vino elaborado con la variedad Albillo Real, que se introduce en una bota jerezana de 500 litros muy vieja y en otra más antigua de un volumen inferior: 128 litros.
En la época de frío, el vino se cubre de una capa de velo en flor lo que impide el contacto del vino con el oxígeno y le confiere las características típicas de la crianza biológica. Este velo en flor prácticamente desaparece al llegar la época de calor, empezando una etapa de crianza oxidativa en el vino. Ambas crianzas se van alternando anualmente. En este caso no hay encabezado con alcohol vínico como ocurre con los vinos del marco de Jerez, motivo por el cual es sencillo que la flor aparezca y desaparezca pues nunca se llegan a alcanzar los 15 grados de graduación alcohólica.
Este tipo de vinos han sido siempre tradicionales de la zona de Cebreros, de hecho, se daban en dote cuando los hijos o las hijas se casaban.
Tampoco hay sistema de criaderas, tan solo está la solera de la que se hace una saca anual y a continuación se rellena con el vino base del año. De hecho, el vino base es el mismo que va para La Chanin, por lo que, se parte de un vino base macerado con las pieles (orange wine). La diferencia está en que para La Chanin se introduce en barricas francesa usadas para realizar una crianza normal, como un blanco al uso, sin crianza biológica y en este caso se introduce en las botas viejas dejando un espacio vacío con aire.
La estabilización se produce de forma natural por efecto del frío. No se hacen clarificados ni filtrados. Ningún proceso físico y/o químico. No lleva sulfuroso añadido.
Embotellado, etiquetado y lacrado a mano.